+++++ Los nacos nos saben lo que es el buen comer (?!).
Ajá.
Como viajero pobre que soy, lo más cercano a comer muy bien por poco dinero es ir a los buffetes chinos. Cuando me puedo dar el lujo de gastarme 9 dólares en una comida, la verdad prefiero ir ahí, donde uno, tragón, puede disfrutar de más de 100 opciones (según el letrerito) de platillos distintos. Claro, también hay que escoger a dónde ir, porque luego uno puede quedar atrapado en el baño de su casa por horas. Pero hasta para eso, hay que tener estilo! Por eso lo de que los nacos no saben comer. Y no me malinterpreten, yo soy igual o más naco que ellos, pero hay que ocultarlo lo más que se pueda. Es, como dice mi má (citar a mi mamá en los posts: síndrome homesick del momento), como el PRI: robaban más que los del PAN, pero por lo menos abajo del agua, no a la luz pública y de forma tan cínica. He aquí algunas reglas de etiqueta para ser el nacoest in town:
° Uno puede pararse a servirse LAS VECES QUE QUIERA, así que por favor, no provoquen pena ajena al llenarse su plato como si no hubiera un mañana y sentarse a ingerir esa montaña descomunal de ingredientes diversos que provoca más asco que otra cosa.
° Contrario a la percepción general, si llegas a la hora de la oferta, no importa que comas con calma, tranquilamente, si vas a pagar después de la hora, te cobran el precio de la hora que llegaste. Así uno se evita la pena de tragar rapidísimo y llenarse la playera de salsas misteriosas y manchas de grasa con carne.
° Si de plano les da flojera pararse más de una vez por comida, tengan en cuenta que el agridulce de los rollitos primavera y la vinagreta de la ensalada saben HORROROSO juntas.
° Sólo sirvanse lo que se comerán, porque a veces en un arranque de avaricia gastronómica los nacos se sirven todo lo que ven en las bandejas y nomás se comen dos bocados de cada cosa, haciéndo a un lado el plato y lléndo por otro, lo que hace que se desperdicie muchísima comida, y eso, por lo menos a mí, me da coraje.
° Si les gustó mucho un platillo, que sea una razón para volver, por favor no se sirvan toda la bandeja, algunos queremos probarlo.
° Por su propia integridad: Si está caldudo, grasoso y salen burbujas de él, NO LO PRUEBEN. Yo lo hice por aventura culinaria y me arrepentí el resto del día.
° Al final de la velada (?!) usted, mi queridísimo naco de closet, habrá comido mucho más que cualquiera de los atascados promedio, los meseros no lo verán con odio por tener que ir a limpiar esa mesa toda cochambrosa, ni tendrá que llegar a su casa a bañarse de inmediato para quitarse las gotas de salsa de soya que aparecerán en lugares insospechados.
Así que, mis queridos lectores, si están de viaje, hambrientos y pobres, sigan estas sencillos pasos para ser más feliz; un atascado in, y no un out (?!).
Ajá.
Como viajero pobre que soy, lo más cercano a comer muy bien por poco dinero es ir a los buffetes chinos. Cuando me puedo dar el lujo de gastarme 9 dólares en una comida, la verdad prefiero ir ahí, donde uno, tragón, puede disfrutar de más de 100 opciones (según el letrerito) de platillos distintos. Claro, también hay que escoger a dónde ir, porque luego uno puede quedar atrapado en el baño de su casa por horas. Pero hasta para eso, hay que tener estilo! Por eso lo de que los nacos no saben comer. Y no me malinterpreten, yo soy igual o más naco que ellos, pero hay que ocultarlo lo más que se pueda. Es, como dice mi má (citar a mi mamá en los posts: síndrome homesick del momento), como el PRI: robaban más que los del PAN, pero por lo menos abajo del agua, no a la luz pública y de forma tan cínica. He aquí algunas reglas de etiqueta para ser el nacoest in town:
° Uno puede pararse a servirse LAS VECES QUE QUIERA, así que por favor, no provoquen pena ajena al llenarse su plato como si no hubiera un mañana y sentarse a ingerir esa montaña descomunal de ingredientes diversos que provoca más asco que otra cosa.
° Contrario a la percepción general, si llegas a la hora de la oferta, no importa que comas con calma, tranquilamente, si vas a pagar después de la hora, te cobran el precio de la hora que llegaste. Así uno se evita la pena de tragar rapidísimo y llenarse la playera de salsas misteriosas y manchas de grasa con carne.
° Si de plano les da flojera pararse más de una vez por comida, tengan en cuenta que el agridulce de los rollitos primavera y la vinagreta de la ensalada saben HORROROSO juntas.
° Sólo sirvanse lo que se comerán, porque a veces en un arranque de avaricia gastronómica los nacos se sirven todo lo que ven en las bandejas y nomás se comen dos bocados de cada cosa, haciéndo a un lado el plato y lléndo por otro, lo que hace que se desperdicie muchísima comida, y eso, por lo menos a mí, me da coraje.
° Si les gustó mucho un platillo, que sea una razón para volver, por favor no se sirvan toda la bandeja, algunos queremos probarlo.
° Por su propia integridad: Si está caldudo, grasoso y salen burbujas de él, NO LO PRUEBEN. Yo lo hice por aventura culinaria y me arrepentí el resto del día.
° Al final de la velada (?!) usted, mi queridísimo naco de closet, habrá comido mucho más que cualquiera de los atascados promedio, los meseros no lo verán con odio por tener que ir a limpiar esa mesa toda cochambrosa, ni tendrá que llegar a su casa a bañarse de inmediato para quitarse las gotas de salsa de soya que aparecerán en lugares insospechados.
Así que, mis queridos lectores, si están de viaje, hambrientos y pobres, sigan estas sencillos pasos para ser más feliz; un atascado in, y no un out (?!).
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